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Estoy encantado de compartir con los lectores de trueaiki.com una tesis enviada por mi compañero de entrenamiento/estudiante/amigo desde hace muchos años Tom Wharton. Conocí a Tom en 1988 cuando pasó a entrenar por mi dojo. Más de una década después empezó a entrenar en Takamura Ha Shindo Yoshin Ryu cuando Doug Walker y yo empezamos un grupo de estudio. A esas alturas Tom ya había entrenado Aikido durante 16 años y era tercer Dan. Ante la insistencia de Doug, Tom decidió probar nuestro entrenamiento de Aikido también.
Admiro de verdad a estos caballeros porque aunque los dos habían entrenado Aikido durante mucho tiempo y eran yudansha, tras unas pocas clases en el Kodokan (mi Dojo), estuvieron dispuesto a dejar a un lado todo lo que habían aprendido anteriormente y volver a empezar. Sabían lo que querían, sabían lo que era necesario para conseguirlo y estaban dispuestos a hacerlo para conseguir su objetivo.
Después de que hubiesen entrenado conmigo durante algunos años asistieron a un seminario de Dan Harden en California. En esa época, había un montón de humo y fuego (polémica) en Aikiweb. Dan estaba recibiendo un montón de rechazo de la comunidad de Aikido pero unas cuantas cosas llamaron mi atención: 1) Los fenómenos de los que hablaba Dan yo los había experimentado con Shirata Sensei por lo que sus afirmaciones no me parecían absurdas, aunque aparentemente lo eran para otros. 2) La manera en la que hablaba sobre el entrenamiento me hizo creer que tenía experiencia en Daito Ryu. 3) Parecía una persona honesta. 4) Lo que describía haber conseguido llegaba mucho más lejos de lo que yo había conseguido con un entrenamiento similar en aquel momento (y él sigue progresando y sigue mucho más lejos). Así que le llamé, y como era de esperar muchas de mis sospechas eran ciertas. Lo arreglamos para que viniese a mi dojo (perdiendo dinero él, por cierto) y descubrí que el resto de mis sospechas eran ciertas también.
Me guardo el cómo Dan descubrió los ejercicios de movimiento corporal en solitario de Shirata para otro momento. En resumidas cuentas, le dije a mis chicos que tenían que decidir por sí mismos lo que querían hacer con su entrenamiento, pero para mí, era el momento de “reiniciar”. Claramente yo no había entendido alguna de las cosas que me habían enseñado pero, con ayuda de Dan, podría empezar de nuevo (Por cierto, Dan nunca me pidió que dejase a un lado las enseñanzas de Shirata, en realidad dijo lo contrario; y yo nunca tuve necesidad de hacerlo porque las enseñanzas de Shirata y las enseñanzas de Dan sólo se aclararon la una a la otra.
Vale, dijeron todos mis chicos, ¡estamos contigo! Y ninguno de nosotros se ha arrepentido nunca de nuestra decisión.
Esta es la clase de persona que Tom y mis otros compañeros eran y son. ¡No evitaron dejar su ego en la puerta y empezar de nuevo (más de una vez) cuando fue necesario para progresar! Soy muy afortunado de haber tenido grandes profesores e igualmente grandes compañeros de entrenamiento… Eso marca la diferencia.
Debería mencionar una última cosa, dos de estos personas son ingenieros, Tom uno de ellos. Por tanto consigues los beneficios de escuchar sus opiniones sobre Aiki 1, 2 y 3 desde esa perspectiva.
Y, sin más dilación:
AIKI COMO UN ESTADO FÍSICO
Por TOM WHARTON
Aiki es un estado físico. Aiki 1 describe este estado físico y cómo conseguirlo. Aiki 2 describe cómo expresamos y recibimos potencia. Aiki 3 describe cómo nos movemos en este estado físico, Aiki 1. Aiki 2 y 3 describen cómo un cuerpo en el estado de Aiki 1 interactúa con otro cuerpo.
Aiki 1 son dobles fuerzas opuestas, o dos fuerzas opuestas lineales en equilibrio. Las dos fuerzas opuestas en equilibrio que continuamente actúan en nosotros son la gravedad y la superficie de la tierra, es decir, Cielo y Tierra. La teoría de Cielo, Tierra y Hombro nos requiere equilibrar estas fuerzas en nuestro interior (Aiki).Nosotros (la humanidad) continuamente pasamos nuestras vidas oponiéndonos o resistiendo a la gravedad usando grandes músculos estructurales en contracción para crear una estructura (mediocre) con nuestros huesos sobrela superficie de la tierra, usando músculos concretos en un sistema de poleas y palancas con los que transcurrimos nuestras vidas. Esto no es Aiki, es resistencia.
Si Aiki es no-resistencia, ¿cómo nos volvemos no-resistentes al Cielo y la Tierra? Con Tensegridad.
De Wikipedia:
La Tensegridad, integridad tensional o compresión flotante, es un principio estructural basado en el empleo de componentes aislados comprimidos que se encuentran dentro de una red tensada continua, de tal modo que los miembros comprimidos (generalmente barras y puntales) no se tocan entre sí y están unidos únicamente por medio de componentes traccionados (habitualmente cables o tendones) que son los que delimitan espacialmente dicho sistema.
En términos simples, estamos quitando la flacidez de nuestros cuerpos sin usar contracciones. Esto no es fácil de conseguir. Nuestros cuerpos han pasado toda nuestra vida funcionado como una estructura de poleas y palancas. Es necesario tiempo y esfuerzo (mental y físico) para relajar estos músculos estructurales desde la contracción a la tensión elástica, para entrenar nuestros tejidos para ser una red de tensión continua. Por eso Sagawa dijo: Aiki requiere una enorme cantidad de entrenamiento en solitario. Esto es a lo que Tohei se refería cuando decía (parafraseando): Ueshiba O-Sense me enseñó cómo relajarme. Este es el objetivo del Qigong chino llamado Zhan Zhuang (estar de pie como un poste). Esto es lo que Ueshiba llamaba “ estar de pie en el puente flotante del cielo”.
Aiki 1 se hace en tres planos cardinales: arriba/abajo, izquierda/derecha, y adelante/atrñas. Estas son las 6 direcciones (Roppo) del Roppokai de Seigo Okamoto.
Aiki 2 es cómo recibimos y expresamos fuerza, o potencia. Dos fuerzas actuando en ángulos rectos respecto a la otra, no tienen efecto la una en la otra, ni resisten la una a la otra. Una esfera girando en un eje, cuando se contactada por una fuerza actuando perpendicularmente en el plano de ese eje, estará actuando en ángulo recto respecto a esa fuerza.
Aplicando esto a las dos fuerzas que actúan continuamente en nuestros cuerpos (Cielo y Tierra), queremos movernos en ángulo recto a esas fuerzas verticales (ortogonalmente) . En otras palabras, queremos movernos horizontalmente. Convenientemente, nuestros huesos largos (como el húmero y el fémur) tienen básicamente esferas en cada extremo. Cuando doblamos las articulaciones a cada extremo de esos huesos largos (caderas, rodillas y tobillos si hablamos de la pierna), estas esferas rotan entre sí como dos esfuerzas que rotan en ejes paralelos, sin resistirse entre sí y ortogonalmente al Cielo y la Tierra. Aplicamos este principio a todas las fuerzas que encontramos.
Aiki 3 es la esfera de Aiki 2 rotando en dos ejes, una esfera que se traslada (o mueve) paralelamente al eje de rotación. Esto último es muy importante al tener en cuenta nuestros cuerpos. Aiki 2 es la rotación de una esfera, pero nosotros no somos esferas, somos una colección de tubos; y una esfera en rotación, que se traslada en paralelo al eje de rotación, delimitará un tubo. Los “tubos” de nuestros cuerpos rotan adyacentes y en concordancia entre sí, igual que las esferas de la articulación de la rodilla, con ejes paralelos orientados verticalmente. Por ejemplo, el torso y las piernas rotan adyacentes en concordancia entre sí( ver nota). La rotación de tubos adyacentes en concordancia entre sí nos permite movernos mientras seguimos sin resistir al Cielo y la Tierra. Aiki 3 es cómo nos movemos mientras mantenemos la red de tensión continua.
Nota. El “tubo” del torso realmente tiene forma de bomba (bomba antigua, del tipo que tiraban desde aviones en la segunda guerra mundial y caía girando sobre sí misma), con la cabeza de la bomba en el perineo y el extremo en el cuello. La conexión torso-pierna es una gran articulación estructural de nuestro cuerpo. Como describe Aiki 1, es necesaria una tremenda cantidad de esfuerzo y concentración para enseñar a los tejidos que pasan por ella a relajarse y aflojarse para que la articulación pueda operar correctamente y los “tubos” puedan rotar de forma adyacente en concordancia entre sí. En las artes marciales internas chinas, una tremenda cantidad de énfasis se pone en esta articulación (llamada kua) y es considerada por muchos como la clave para entender la frase de los Clásicos del Taichi: La fuerza debe estar enraizada en los pies, generarse en las piernas, ser controlada por la cintura y manifestarse en la punta de los dedos.
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